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Beche, el Marina D´Or de Abegondo

El próximo 17 de febrero se cumplen dos años de la adjudicación del complejo turístico de Beche a la sociedad de nueva creación Inversiones Turísticas Beche, formada por las empresas Suite Nature y Spoom. Con un plazo de concesión de 20 años, la empresa se comprometía a realizar una inversión inicial de 1.295.910 euros en los dos primeros años. Sin embargo, la realidad actual dista mucho de las promesas iniciales.

El sueño de un complejo turístico ambicioso

La presentación del proyecto tuvo lugar hace dos años en la feria Biocultura, de la mano de José Antonio Santiso Miramontes, presidente de la Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas. En aquel evento, se anunciaron grandes planes para el complejo: pasar de la capacidad actual de 24 camas a más de 150 mediante la construcción de 17 cabañas adicionales. También se prometió la incorporación de un spa, un supermercado y otros servicios que convertirían a Beche en un referente turístico.

Este ambicioso proyecto generó grandes expectativas, ya que suponía un impulso económico y turístico para la zona, además de un compromiso con el desarrollo sostenible, al formar parte de una reserva de biosfera.

Una realidad muy diferente

Dos años después, el panorama es desolador. Donde deberían haberse levantado cabañas y servicios turísticos, solo se encuentran los esqueletos de edificaciones inconclusas. La zona da una imagen de abandono y falta de mantenimiento, muy alejada del esplendor prometido.

Las promesas de transformación turística han quedado en el aire, y el complejo, lejos de convertirse en un complejo turistico de referencia, es hoy una fuente de frustración y descontento para los vecinos y para quienes soñaron con un revulsivo económico para la región.

¿De quién es la culpa?

Desde la concesionaria Inversiones Turísticas Beche, se culpa al Concello de Abegondo por trabas administrativas y falta de apoyo institucional. Por su parte, el Concello señala a la concesionaria como responsable del incumplimiento de los plazos y compromisos establecidos.

Mientras ambas partes se culpan mutuamente, los vecinos de la zona permanecen en la incertidumbre. No saben a ciencia cierta qué está ocurriendo ni cuál será el futuro del proyecto. Muchos exigen explicaciones y acciones inmediatas para revertir el deterioro y devolver a Beche la dignidad que merece como enclave turístico y natural.

Un futuro incierto

La falta de avances plantea interrogantes sobre la viabilidad del proyecto y la capacidad de las partes involucradas para cumplir con los objetivos establecidos. Con el plazo inicial de inversión llegando a su fin y sin resultados visibles, el futuro del complejo turístico de Beche queda en entredicho.

Este caso refleja los riesgos de las promesas grandilocuentes cuando no van acompañadas de una ejecución sólida y una colaboración efectiva entre las partes. Los vecinos de Abegondo merecen respuestas claras y un plan concreto para que Beche no sea recordado como una oportunidad perdida, sino como el proyecto transformador que alguna vez se prometió.