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Nueva Línea de Alta Tensión para Abegondo

El anuncio de la Xunta de Galicia sobre la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable para la línea de alta tensión Monte do Gato - Mesón do Vento ha encendido las alarmas en Abegondo. El municipio, que ya soporta varias infraestructuras de este tipo, podría enfrentarse a un nuevo golpe a su patrimonio natural y cultural.

Promovida por Greenalia Wind Power Gato SLU, esta infraestructura busca evacuar la energía de varios parques eólicos, pero su impacto en el entorno local está lejos de pasar desapercibido.

Abegondo, un municipio en riesgo

La nueva línea, con un trazado de 25,5 kilómetros y un voltaje de 220 kV, atravesará varios enclaves naturales y culturales de Abegondo. A pesar de que la DIA declara el proyecto como “ambientalmente viable”, las preocupaciones sobre el impacto acumulativo en el municipio son cada vez mayores.

La saturación de líneas de alta tensión en Abegondo no es un tema nuevo, pero ha recibido poca atención en términos de planificación y compensaciones reales. Aunque el gobierno local presentó alegaciones, los vecinos señalan una falta de contundencia en la defensa del municipio, dejando una sensación de que las prioridades están más alineadas con la tramitación del proyecto que con la protección del entorno.

Patrimonio en peligro

El trazado de la línea afectará áreas cercanas a elementos valiosos como el Castro das Travesas y el río Mero, en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera “Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo”. Si bien los informes aseguran que no habrá un impacto significativo, estas conclusiones han sido puestas en duda por expertos y asociaciones locales, que denuncian estudios insuficientes y poco detallados.

Además, el proyecto pone en riesgo zonas de alto valor arqueológico y natural, mientras las medidas compensatorias propuestas, como la reforestación, son percibidas como un simple gesto simbólico sin impacto real.

Desconexión entre los intereses locales y los proyectos globales

Para muchos vecinos, este proyecto ejemplifica un modelo energético que prioriza las necesidades de grandes empresas como Greenalia por encima de las comunidades locales. Aunque se reconoce la importancia de la transición energética, la implementación de estos proyectos en zonas rurales se siente como una imposición, donde los beneficios económicos y energéticos se reparten lejos de donde se sufren las consecuencias.

El Ayuntamiento de Abegondo, por su parte, ha planteado alegaciones, pero la percepción general es que no ha ejercido una presión suficiente para exigir modificaciones significativas al trazado o garantizar compensaciones que realmente beneficien al municipio.

¿Qué puede hacer Abegondo?

Mientras las obras parecen inevitables, las demandas locales se centran en la necesidad de más transparencia y en asegurar un control estricto durante la ejecución del proyecto. Los vecinos exigen que el Ayuntamiento adopte una postura más firme para proteger lo que queda del patrimonio natural y cultural del municipio.

Aunque la Declaración de Impacto Ambiental está disponible online en el portal de la Xunta de Galicia, el acceso a la información no parece suficiente para calmar los ánimos en Abegondo, donde la sensación de abandono y falta de representación sigue latente.


El futuro de Abegondo, como el de muchos otros municipios rurales, sigue en la cuerda floja entre las promesas de desarrollo y el riesgo de degradación ambiental. La gran pregunta es: ¿quién dará un paso adelante para defenderlo de verdad?